martes, 20 de marzo de 2018

T-6 Responsabilidad de la dirección




LA RESPONSABILIDAD DE LA DIRECCIÓN



La propia norma ISO 9001 menciona en su introducción que la adopción de un sistema de gestión de la calidad debería ser una decisión estratégica de la organización.

El carácter estratégico de un sistema de gestión de la calidad se relaciona con el hecho de que tanto su diseño como su implementación una organización están fuertemente influenciados por aspectos tales como:


*El entorno de la organización, además de los cambios y riesgos asociados con ese entorno


*Sus necesidades cambiantes


*Sus objetivos particulares


*Los productos que proporciona


*Los procesos que emplea


*Su tamaño y estructura



Al respecto, un error frecuente se encuentra en planificación estratégica, que define a la implantación de un SGC como un proyecto muy favorable para la organización, pero al mismo tiempo falla en el análisis del camino a seguir.

Este análisis inadecuado suele tener como denominador común la errónea idea de que implantar un SGC es sólo cuestión de elaborar el manual de procedimientos de la organización.

En estos casos, y por diferentes motivos, queda marginada una de las cuestiones clave en esta clase de proyectos: la necesidad de generar conciencia sobre lo que significa implantar un SGC, haciendo especial énfasis en la enorme responsabilidad que recae en quienes dirigen la organización, que la norma ISO 9001 detalla claramente en el capítulo 5 denominado, muy acertadamente, "Responsabilidad de la Dirección".

Esta responsabilidad que define el estándar ISO 9001 comprende desde el compromiso que debe demostrar la Dirección hacia el SGC, hasta la realización periódica de revisiones o actualizaciones, pasando por la planificación y el establecimiento y control de políticas y objetivos.





RESPONSABILIDAD DE LA DIRECCIÓN - ORIENTACIÓN GENERAL





La orientación general que esta norma internacional define para la Responsabilidad de la Dirección hace foco en el concepto vital de que el liderazgo, el compromiso y la participación activa de la alta dirección son esenciales para desarrollar y mantener un sistema de gestión de la calidad eficaz y eficiente para lograr beneficios para todas las partes interesadas.


-Teniendo siempre presente que para alcanzar estos beneficios es necesario establecer, mantener y aumentar la satisfacción del cliente, la alta dirección debería considerar acciones tales como:



-Establecer una visión, políticas y objetivos estratégicos coherentes con el propósito de la organización.



-Liderar la organización con el ejemplo, con el fin de desarrollar confianza entre el personal.



-Comunicar la orientación de la organización y los valores relativos a la calidad y al sistema de gestión de la calidad.


-Participar en proyectos de mejora en la búsqueda de nuevos métodos, soluciones y productos.



-Obtener directamente retroalimentación sobre la eficacia y eficiencia del sistema de gestión de la calidad.


-Identificar los procesos de realización del producto o servicio que aportan valor a la organización.



-Identificar los procesos de apoyo que influencian a la eficacia y eficiencia de los procesos de realización.


-Crear un ambiente que promueva la participación activa y el desarrollo del personal.



-Proveer la estructura y los recursos necesarios para apoyar los planes estratégicos de la organización.





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